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Las tecnologías de pulverización en frío pueden imprimir grandes piezas metálicas en minutos y realizar reparaciones imposibles - Lee Goldberg

Una de las realidades bien conocidas de la fabricación aditiva es que es dolorosamente lenta, con tiempos de impresión que van de horas a días. No es de extrañar entonces que un pequeño grupo de fabricantes causara revuelo en la conferencia RAPID 2018 cuando demostraron las capacidades de la deposición por pulverización en frío, una tecnología de deposición relativamente nueva que utiliza una corriente de aire hipersónica para aplicar muchos tipos de polvos metálicos a velocidades que parecen estar al borde de la ciencia ficción. El término "pulverización en frío" puede resultar algo engañoso porque en algunos sistemas la corriente de gas que lleva el polvo metálico a la superficie receptora puede alcanzar los 1.100 grados Celsius, aunque se mantiene por debajo de la temperatura de fusión real del polvo. La energía del impacto a alta velocidad de las partículas añade el calor residual necesario para fusionarlas con la superficie receptora.

Impact Innovations expuso sistemas autónomos de pulverización en frío que pueden integrarse en otros equipos de fabricación para realizar revestimientos a alta velocidad de ejes, piezas de fundición y piezas mecanizadas con metales distintos, y reparar componentes de alto valor, como álabes de turbinas. En el puesto contiguo, Speed3D (que aparece en el vídeo) hizo una demostración de su impresora de metal, recientemente lanzada al mercado, que utiliza la deposición en frío para dar forma en cuestión de minutos a piezas de un kilo de peso o más. La máquina Speed3D se concibió como una alternativa a la fundición, capaz de producir "piezas fundidas" mecanizables bajo demanda a un coste similar al de los procesos convencionales. Las afirmaciones parecían tan fantásticas que tuve que quedarme para ver una demostración y grabar un vídeo para compartirlo con los lectores de PD&D.

Artículo de: Lee Goldberg