Redefinir la fabricación: Poner en práctica la impresión de alta velocidad
En nuestro segundo post de la serie, explicamos la impresión 3D sobre metal en general y le presentamos la deposición 3D supersónica, nuestra flamante tecnología. Pero, ¿por qué es importante la impresión 3D en metal a alta velocidad y qué estamos consiguiendo?
Nuestra visión es permitir que la gente innove más rápido y desarrolle nuevos productos con menos riesgo. La fabricación es un negocio difícil y la presión de los costes, el tiempo y los recursos condiciona la toma de decisiones. Como ingenieros, por un lado se nos pide que seamos innovadores, pero al mismo tiempo se nos pide que entreguemos nuevos productos ahora y a bajo coste.
Tradicionalmente, pasar del diseño de una pieza metálica a una pieza de fundición lleva entre 10 y 16 semanas, ya que son muchos los pasos que hay que dar. La impresión 3D metálica de alta velocidad resuelve este problema. En el mismo tiempo que se tarda en llamar para pedir presupuesto para fundir una pieza, se puede imprimir. El mismo día puede modificar el diseño si no es correcto e imprimir 100 piezas más, todo ello de forma económica.
El potencial en el cambio disruptivo necesita varios pares de ojos y a veces se escapa inesperadamente. Uno de nuestros clientes pensó en utilizar la máquina para fabricar prototipos de piezas de automóviles, en los que sólo se necesitan unas pocas piezas, es decir, piezas fabricadas a medida para tiradas cortas. Otro cliente tiene previsto instalar la impresora en un lugar remoto y sustituir las piezas de desgaste cuando sea necesario.
Otras empresas necesitan la impresora como copia de seguridad en grandes instalaciones o centros de producción. Actualmente se guardan enormes reservas de piezas por si fallan piezas vitales en equipos de producción vitales. Una sola pieza rota puede costar millones de dólares al día en pérdidas de producción, y la capacidad de fabricar la pieza cuando se necesita se traduce en una enorme reducción de las piezas de repuesto.
Sin embargo, lo que más nos entusiasma es la posibilidad de utilizar la impresora en la planta de producción". Al comienzo de un turno, un operario de producción programa la máquina: 10 de la pieza A, 50 de la pieza B, 30 de la pieza C. La impresora fabrica las piezas y, a continuación, se utiliza una fresadora para acabar las características de alta tolerancia. En el siguiente turno de producción, las piezas podrían ser diferentes, los volúmenes diferentes o los materiales diferentes, en función de las necesidades. Pensando en el futuro, este proceso podría automatizarse mediante la industria 4.0.
No pensamos en estas aplicaciones por nuestra cuenta, ya que la verdadera disrupción necesita el ojo del forastero para ver las posibilidades. La clave es permitir que la gente innove más rápido, se desarrolle más rápido y, en última instancia, tenga éxito.
Esta serie de tres partes ha explorado la historia de la industria manufacturera, incluyendo la invención del papel y la filosofía del cambio. La creencia de que el cambio es vital se ha trasladado a la visión actual de la fabricación, especialmente con la impresión 3D sobre metal. La necesidad de innovación y evolución continuas garantizará que este espacio esté a la vanguardia del cambio.